Cerrar las puertas en caso de incendio puede salvar tu vida y la de otros.


El vídeo muestra un fuego que comienza en un salón, destrozado por las llamas, los techos calcinados y un baño lleno de hollín, porque la puerta que comunica el salón con el resto de estancias estaba abierta, lo que permitió que todo el pasillo se llenara de humo.
En este piso, devastado por las llamas, había una persona, que fue rescatada con vida al refugiarse en el dormitorio, cerrado con una sencilla puerta interior de madera. En la habitación no había humo, simplemente porque el hombre cerró la puerta.
El fuego se alimenta de combustible y de oxígeno, y se extiende por el desplazamiento de los gases y humos, por lo que cerrar las puertas ralentiza el desarrollo y desplazamiento de los incendios.